Era un dÃa por la tarde, unos amigos y yo decidimos irnos a un sanatorio de tubérculosos en Sierra Espuña. Según cuenta, allà hay cosas sobrenaturales. Una vez allÃ, decidimos entrar para ver si todo era cierto, si aquellos rumores eran verdad. Un amigo decidió apagar las linternas y poner en marcha la grabadora, oà algo. Me susurraron en el oÃdo, no se si era una broma de ellos o me emocione demasiado. Pero, no podÃan ser ellos ¿verdad?,¡por el amor de dios!, estábamos cada uno en una punta. Al escuchar ese susurro, era como si se estuvieran atragantando; no entendà nada, absolutamente nada, unas palabras extrañas, como si hablarán otro idioma. Recorrimos todo el recinto, excepto un lugar, ese lugar era extremadamente misterioso. La oscuridad acechaba y entonces vimos una puerta, que según mis colegas estaba cerrada con candado. Ese dÃa se abrió sola, como por arte de magia. Por supuesto que no entre, me daba mal presentimiento, ellos sÃ. Al entrar, no vieron nada, solo una silla que se movÃa. Tanto tiempo, estuvimos que se hizo de noche, solo se escuchaba las puertas chirriar y la madera morder el polvo. Era todo extraño, muy, muy extraño. Al salir de allÃ, note un peso encima de mi, como si me aplastara. Ahora si, una vez llegar a mi casa, me encerré en mi habitación y me puse lo que habÃa grabado, solo se escuchaba ese susurro en otro idioma. Lo reproducà tantas veces que en un instante, ya sabÃa cual era el mensaje. Sus palabras eran exactamente "fuera de aquÃ". Al dÃa siguiente, cuando me desperté, aún tenÃa ese peso, yo creo en todas esas cosas, y se me ocurrió visitar a una médium, lo que me dijo, fue claro, tienes a un gran espÃritu encima, y tu sólita te lo tienes que quitar. Se hizo de noche, y volvà a ese lugar tan hermoso, pero a la vez tan espeluznante. Allà fui, hize lo que me dijo esa mujer, pero aquello lo que fuera, no querÃa desprenderse. Al dÃa de hoy, siento su peso en mi espalda, aquella bruja rezó por mi, pues tuve suerte de haber salido, para no volver.
Lillithdearo